Desde hace unos años, las últimas semanas de Diciembre, las
he aprovechado para redactar el anuario de todo lo sucedido en la Gramenet
durante el año que estaba a punto de
acabar. En este 2013 no me siento con el ánimo de repasar nada en la
trayectoria anual de un club inerte porque, con el transcurrir de los meses, he descubierto realidades, personalidades y
enormes decepciones que hacen que no merezca la pena dedicar tardes enteras a
redactar las venturas y desventuras de la U.D.A.G.
Este blog, que nació con la
esperanza de crear una alternativa gramenetista capaz de sacar al Club
adelante, recibe hoy el cierre con el deber cumplido de haber encontrado una
salida a una entidad en un pozo sin fondo. A muchos les alegrará saber que hoy
escribo mi última entrada, algún otro perderá una herramienta más para poder
criticarme por la espalda, a algunos pocos, muy pocos, les sabrá mal que deje
de escribir, pero hace ya mucho que decidí dedicar mi esfuerzo, mi dedicación y
mi tiempo libre a trabajar duro en una nueva entidad, con mezcla de experiencia
pasada y sabia nueva. Y en ello estoy, respeto a quien prefiere quedarse en la
habitación adorando al cadáver pero así no se puede mirar hacia delante.
Saliendo de la habitación donde el cadáver cada vez huele peor es como se
consigue respirar aire limpio, una bocanada de esperanza que mira hacia el
futuro y donde todos los estamentos se involucran en un proyecto serio,
transparente y, sobretodo, solvente. Vamos por partes, antes de echar el cierre.
A pesar de que muchos se hayan
empeñado en echarme, la Grama, ha sido, es y seguirá siendo mi Club.
Precisamente el empecinamiento de varios ultras, que lanzaron campaña allá por
Julio y Agosto, consiguió lo que querían, poner a mucha gente en mi contra.
Pero siempre he dicho que el tiempo pone a todos en su sitio y solamente será
cronos el que le diga a toda esa gentuza lo equivocados que estaban. Ellos son
los que dicen que no abandonarán el barco antes de que se hunda y yo creía que
eso lo decía el capitán de la nave. ¿Creerán todos ellos que son capitanes de
algo? Seguramente es lo que creen, pero
no se engañen, esta gente solamente quiere sentarse en el palco los domingos y
entrar gratis en campos ajenos, poca más
será su utilidad. No serán ellos los que revivan al cadáver, no serán ellos los
que sean capaces de reunir 4 millones de €uros aunque denuncien a medio mundo
creyéndose cargados de razón, no serán ellos los que pasen a la Historia como
salvadores de un gran club catalán venido a menos. No sé quién será el que dirija
el Club a un futuro positivo, pero éstos no serán.
Aún así, aunque su principal
dedicación de inicio fue la de echar mierda a los demás (disculpad la
expresión), conseguí que toda esa chusma significara muy poco en mi día a día y
me dediqué a hacer algo que ellos no han conseguido en todos estos meses. Me
dediqué a TRABAJAR, a darle todo a esa nueva Fundació Esportiva Grama. Y
creerme si os digo que es el mejor remedio contra las críticas feroces de gente
rabiosa sin argumentos. Lo que no te mata te hace más fuerte, eso es lo que me
ha pasado a mí con todos estos individuos, pretendieron hacer daño y solamente
han conseguido indiferencia y fortalecer la moral de alguien cuyo único error
ha sido equivocarse varias veces en darles confianza a auténticos ineptos. Dejemos de lado a estos indeseables y dejarme
que os explique lo que significan ahora las tres siglas que miran hacia el
futuro, F.E.G.
Os mentiría si dijera que no hubo
dudas de inicio. No fue una decisión fácil creer en un proyecto que tenía
muchos elementos que yo mismo he criticado en numerosas ocasiones. Finalmente,
una charla con Antonio Morales, Presidente, y Jaume Abelló, amigo y
vicepresidente, me convenció para embarcarme en un proyecto nuevo, cargado de
ilusión y con apoyos de todo tipo que hacen de esta Fundació Esportiva
Grama una Entidad recién nacida pero con
un potencial enorme.
Y a distancias cortas he
descubierto un gran equipo. Precisamente el mayor error de la Gramenet en todos
estos años ha sido la falta de un líder honesto y transparente, capaz de
dirigir un club confiando en su gente y, a la vez, trabajando durante
incansables horas para sacar a su equipo adelante. La clave de la Fundació
Esportiva Grama es esa, contar con personas que son PROFESIONALES en sus
puestos y con un patronato implicado 100% con lo que planteó de inicio. Solo
así, el trabajo diario nos ha llevado a captar la atención de una ciudad
dormida, a tener a más de 430 chicos y chicas defendiendo este escudo, a tener
patrocinadores que apoyan económicamente a esta Entidad, a ganarnos la
confianza de las Instituciones (Ayuntamiento, Diputació, Federación Catalana de
Fútbol…) y a lograr una repercusión mediática
notable. Como ya he dicho, esto no se consigue apareciendo por el Nou Municipal
una vez por semana para pasar revista, no, esto se consigue TRABAJANDO muy duro
diariamente.
Al leer todo esto que os escribo
muchos pensaréis en mis palabras de siempre, en aquello que os he repetido tantas veces: “yo no soy
Moralista”. Y no es mentira que siempre he dicho que no me identificaba con
Morales en muchas cosas. Lo he dicho en infinitas ocasiones y ahora, desde
fuera, es mucha la gentuza que aprovecha mis palabras para tirármelas a la
cara. Pero hay claves que algunos borregos inamovibles no entenderán nunca. El
hecho de sentarse en una mesa y escuchar, es algo que todos aquellos que hablan
desde fuera no son capaces de hacer porque no ven más allá de calvas vacías o inmensas
barrigas. Y como no tendrán nunca la capacidad de escuchar y de trabajar en lo
que creen, sin ningún interés, han
creído siempre que mi apoyo y mi implicación en la F.E. Grama se debía a un
sueldo. Grandísimo error, porque afortunadamente yo ya tengo mi sueldo y tengo
a mi jefe, con lo cual, mis obligaciones ya las tengo, esto es simple ocio,
hobby, satisfacción personal… Es normal que alguien que no tiene principios no
entienda esto, pero eso ya dice más de
ellos que de mí mismo.
Ligado a estas malas intenciones
que tienen estos personajes dañinos de la U.D.A.G, aún queda alguno que insiste
en llamarme ladrón por llevarme 400€ de unas preciadas camisetas con el lema: “SALVEM
A LA GRAMA”. Y no puedo cerrar este blog
sin explicaros una anécdota que me pasó a los pocos días de ocupar un pequeño
escritorio en las nuevas oficinas de la Fundació. Entre chinches, ratas, suciedad
y polvo (la única herencia que quedaba en el Nou Municipal) le pedí al conserje
unos trapos para poder limpiar lo justo de mi mesa y… ¿sabéis qué es lo que me
trajo? Sí señores!!!! Un trapo azul
donde se podía leer: “SALVEM A LA GRAMA”. Tantos años reclamando el porqué se
había invertido ese dinero, el dónde habían ido a parar las camisetas y resulta
que ni los que acusan tuvieron las narices de ir a buscar las camisetas al
campo de fútbol de donde no salieron. Con un poco de suerte, cuando sigan acusándome
de aquel robo a mano armada (no olvidéis que su querido exsecretario, ese
inútil osito que les pone a parir a todos aunque tenga carita de no haber roto
un plato, tenía total conocimiento y dio autorización) todavía podré darles un
trapo azul con el que puedan limpiarse la lengua con jabón.
Disculparme si me desvío del tema
y me voy por los cerros para recordarles a unos cuantos impresentables que los
verdaderos ladrones de ilusiones son ellos. Por eso cuando alguien me dice que
los males de la Grama son los que generaron Presidentes interesados en
construir un Corte Inglés, o Secretarios
y tesoreros que saqueaban las arcas para cobrar 2000€ mensuales les doy la
razón y voy más allá. La culpa es de todos estos chorizos que han pasado por
aquí, la culpa es de todos los que se fueron, y de todos los que hemos pasado
por el Club. Me incluyo en esa culpa porque, como he repetido siempre, entre
todos la matamos y ella sola se murió.
Pero cuando estaba casi muerta llegaron unos cuantos bandidos cuya
presencia ha hecho más penosa la agonía. Más que penosa, la ha hecho ridícula.
Dirigidos por las confabulaciones psicóticas del Resucitado y cuando ya no
quedaba nada que expoliar, su única función ha sido la de mentir en las
Asambleas, vender el único Patrimonio que quedaba y arruinar las pocas
ilusiones que teníamos.
Por eso les considero más
culpables que ninguno, porque muchos fueron los que se llevaron €uros de
nuestra Grama pero estos últimos se han cargado la ilusión. Y no solo la mía,
la de muchos más. Y yo este verano decidí no seguir más esa línea. Conmigo que
no cuenten para nada, si ellos quieren seguir matando ilusiones que las maten,
la mía ya no existe. Y cambiar de rumbo no es matar a la Grama como esta gente
malintencionada quiere hacer creer, es apartarse para que ellos estrellen la
ilusión de los demás, mientras se generan otras ilusiones nuevas. Y como ya os he dicho varias veces en esta
entrada, la nueva ilusión es muy cercana a la vieja Grama, a aquella Grama
cuyos ideales hicieron grande un club en unos años gloriosos, a aquella Grama
cuya gestión, que yo mismo he criticado muchas veces, no se caracterizaba por
escándalos semanales sino por una solvencia económica envidiable…aquella Grama
que muchos añoramos y que aunque no sea la misma, se parecerá mucho.
Y si finalmente el trabajo y la
dedicación de todos los que nos hemos implicado en esto no sale como todos
hemos deseado, nadie podrá decir que no fue un proyecto ambicioso y que lo
hemos dado todo por intentarlo. Ilusión contra Desilusión, ánimo contra
desánimo y organización contra desorden absoluto. Aún así, estoy convencido que funcionará y
que esta experiencia supone para mi un auténtico máster en gestión de entidades
deportivas. Aquello que ni en las mejores Universidades se imparte lo estoy
viviendo día a día en el Nou Municipal de Santa Coloma, en la Fundació
Esportiva Grama. Y nunca creí que se pudiera aprender tanto en tan poco tiempo,
nunca pensé que de una experiencia futbolística se pudieran conseguir tantos
beneficios personales (los malpensados no creáis que son cuestiones materiales,
todo psicológico). Por eso, quiero dar
las gracias a todas aquellas personas que, en el día a día, han creído en mí y
han sabido que podía ser una pieza válida para este proyecto. Gracias a mi Cristina por sufrir mis malos humores y
por indicarme siempre cual es el camino correcto. Gracias a aquellos que no
dudaron nunca de mis decisiones y estuvieron allí para ver como avanzaba. Y por
qué no, gracias a todos aquellos que con vuestras críticas feroces y
confabulaciones para lograr mancharme me habéis hecho más fuerte. Hoy puedo
marcharme diciendo lo que siento, contradiciendo aquello que tantas veces
habéis escuchado, hoy sí soy Moralista, hoy me siento uno más.
Gracias a todos por haber
aguantado mis neuras verbales en este, mi blog, durante tantos años. Hasta
siempre amigos.